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Cuenta la abuela que de centro de mesa en su casa había una charola donde su padre dejaba los higos que piscaba todas las mañanas. Este pastel es la representación de aquel centro de mesa, para que cada quién tome su rebanada.
Cuenta la abuela que de centro de mesa en su casa había una charola donde su padre dejaba los higos que piscaba todas las mañanas. Este pastel es la representación de aquel centro de mesa, para que cada quién tome su rebanada.